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domingo, 23 de octubre de 2016

Dulce agonía...


Últimamente me he sentido peor no entiendo; ya desde mucho tiempo atrás logré casi lo que más anhelaba y digo casi porque no he llegado a mí deseado sentimiento de satisfacción y bueno, siendo mujer perfeccionista, histriónica, algo especial y le añades que padeces un pequeño y especial trastorno llamado Bipolar... ¡JAMÁS!Lo digo en serio, pienso que nunca en la vida lograré la maldita estabilidad, equilibrio, balance, felicidad, eutimia o como le quieran llamar porque cuando ya todo va bien o al menos parece; por ejemplo: mí tratamiento va perfecto, el trabajo parece bien, la relación sentimental no me quejo, lo demás da igual, mis mascotas se portan mal pero no me importa; de repente dentro de mí existe algo que no quiere que sea feliz es como si ya nada valiera la pena, nada cobra sentido al despertar, nada es más fuerte que yo misma ni siquiera para vaciar la vejiga, no quiero cocinar, pensar que debo lavar o alguna labor doméstica me hace querer vomitar y sinceramente la vida de un Bipolar es tan frustrante y repetitiva como mi Blog y mis pocas publicaciones, porque toda la vida suele ser lo mismo.



Agonizar de la noche a la mañana y tener un ser increíble y despreciarlo porque no quieres verlo, no quieres tocarlo y menos que te toque, prefieres que no entre la luz y simplemente dormir, de ser posible faltar al trabajo. Sinceramente yo lo hago, he tenido bastantes problemas por faltar porque a pesar de mis tratamiento mis recaídas me matan pero soy muy franca son menos leves cuando sigo el tratamiento al pie de la letra porque cuando lo he dejado se los juro que casi me he muerto, en serio...


Ya casi llevo oficialmente 7 años diagnosticada con este trastorno y en tratamiento; y me han sido bastante complicados, más con mí esposo porque he dejado de tomar mis pastillas y en esos lapsos uno hace tonterías y es muy difícil pero también es hermoso saber que hay alguien ahí. Poco a poco llevamos esto en alto y todos los que tenemos este padecimiento lo entendemos y que afortunados los que podemos.

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miércoles, 18 de mayo de 2016

Incapacitada mental

Actualmente llevo 3 años trabajando y jamás había necesitado una incapacidad por enfermedad y mucho menos por el Trastorno Bipolar. Durante mucho tiempo intenté estar bien, llegué a faltar de vez en cuando sólo en casos extremos donde mí mente se bloqueaba y ocupaba un leve descanso de esa vida aparentemente normal; pero llegó el día en el que ya no pude más. Así es, por más que quise despertar, salir de la cama, bañarme, comer algo y trabajar. Jamás sucedió, acumulé las suficientes inasistencias para que me buscarán en mí trabajo, llegó el punto donde ellos se preocuparon y tuve que salir de mí confortable burbuja para correr a aclarar todo. Créanme no fue nada sencillo, primero tener que escuchar regaños y que me cuestionaran. Sinceramente no voy a mentir, no sabía por donde empezar; ¿en que momento pasó todo esto? No tenía el valor de confesar que simplemente tuve una enorme recaída y nada me ayudaba a salir de ella. Era completamente vergonzoso, nadie sabía que esa compañera llamada Consuelo, la chica callada, tímida y a veces sonriente tenía una enfermedad mental; me las arreglé bien por tres años para evitar dar a conocer eso pero hasta el mejor actor a veces no puede con el papel.

Alguna vez mencioné que soy enfermera y obviamente trabajo en un hospital; tuve que visitar de manera urgente a la psiquiatra del mismo. Gracias a Dios ella es muy buena persona y bastante amable. Alguna vez comenté con ella mí padecimiento pero jamás la consulté y creo que ese fue mí error, estuve con el mismo tratamiento durante todo ese tiempo y bueno, ya no me funcionaba.

Afortunadamente, me atendió, me ayudó y técnicamente me obligó a irme de incapacidad. Digo que me obligó porque sinceramente ocupo trabajar y cuando nos dan incapacidad nos quitan bastante de nuestro salario normal. La ventaja fue que pude descansar y tolerar el nuevo tratamiento, el fin de la incapacidad era ese.

Todo esto ocurrió por vergüenza, por no querer que supieran que soy una enferma mental porque aunque no lo crean hasta en un hospital aún es un tabú y la gente habla despectivamente sin saber siquiera por qué te está viendo psiquiatría.

Otro día, otra oportunidad de conseguir la estabilidad.

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domingo, 16 de marzo de 2014

Amor de lejos...


Amar es algo completamente bello, tener una relación es aun más hermoso pero ¿qué sucede cuando nos tenemos que alejar? 

Bueno pues antes que nada hay muchas razones por las que existen relaciones a distancia, una de las más importantes y casi única es el cambio de residencia ya sea por estudios, trabajo o porque la familia entera se va a vivir a otra ciudad. En lo personal yo vivo un amor lejano, es muy complicado la verdad. A veces la distancia mata el amor y no es sólo por el hecho de no estar juntos si no que se pierde la comunicación en muchos de los casos. Yo trato de ser muy cariñosa y demás en las llamadas y mensajes pero a veces hay momentos difíciles como en la depresión donde el que la padece se da por vencido y no quiere saber más de algo que no tiene a un lado.

Pienso y creo firmemente en el amor, no existen barreras ni nada que pueda evitarlo siempre y cuando sea mutuo el esfuerzo de no dejar que se apague la llama. Para un bipolar es complicado sobrellevar una relación así pero "Querer es poder". 

Lo que más nos preocupa en realidad es la fidelidad, pues se conoce mucha gente nueva y a veces no hay tiempo ni dinero para poder ir a los brazos del ser amado y eso conlleva a la tristeza y demás efectos que provoca la soledad. La mayoría nos sentimos frustrados por no poder tener cerca a nuestro amor y más si alguno intenta renunciar a tanto tiempo invertido.

El coqueteo cuando estamos lejos y solos en una nueva ciudad es muy común y no es malo, depende que tan lejos se llegue con tal persona. Sentir celos es muy común porque desde donde estamos no podemos controlar nada y menos esos coqueteos inocentes. No debemos sentir inseguridad porque eso mata el amor, vienen los celos, la baja de autoestima y muchas cosas malas.

También existe otro tipo de amor de lejos, esos que se conocen vía internet y redes sociales. Estos suelen ser más bonitos ya que se crea la ilusión de algún día por fin verse y conocerse. Ojalá todo fuera tan sencillo como escribirnos y llamarnos para mitigar la ausencia pero nunca lo será al menos que tomemos cartas en el asunto y dediquemos cierto tiempo de nuestro día en esa persona. Un simple "Buenos días" puede cambiar todo y hacer que la llama continúe encendida entre ambos.

No soy especialista en amor pero es un tema que quería publicar porque es algo que estoy viviendo. Ahora todo marcha bien, ambos tomamos antidepresivos y bueno yo tomo las miles de pastillas extras para mi Trastorno Bipolar. En fin, espero sea de su agrado esta publicación ya que me siento feliz y es lo primero que me vino a la mente en mi estado actual.

"Qué viva el amor y la felicidad, si yo puedo tu puedes"


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lunes, 3 de junio de 2013

Paciente psiquiátrico...

Cuando escuchamos "paciente psiquiátrico" siempre imaginamos a una persona desorientada, despeinada y de mal aspecto pero no es así como lucimos todos. Jamás lograrías identificar un padecimiento sólo de vista al menos que conozcas mucho del tema.

Existimos pacientes quienes aparentamos ser tan normales que pasamos desapercibidos. Y es como debe de ser, nadie debe notar y menos saber lo que realmente somos porque algunas empresas al saber que tenemos algún trastorno no nos contratarían, considerándonos NO aptos para desempeñar alguna labor, lo que me parece absurdo ya que con el tratamiento adecuado somos casi tan normales como cualquiera.

Es obvio que debemos confiarle nuestro padecimiento a alguien pero debe ser de mucha confianza como para no juzgarte y menos que se lo haga saber al mundo por ti. Es complicado; a veces confiamos mucho en cierta persona y sin darnos cuenta se burla y nos deja mal ante la sociedad.
En lo personal suelo decirle a pocas personas y desgraciadamente llegue a hacerlo a una que otra equivocada. Es triste que nos juzguen mal, nadie es perfecto como para discriminar a gente como yo y muchas otras que existen con trastornos similares.

Yo decidí decirlo abiertamente en este Blog pero nadie que me conozca tiene acceso a él y si llega a suceder será bueno para que entiendan lo complicado que es ser un "psiquiátrico".

Uno poco de humor con este video:



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domingo, 19 de mayo de 2013

De la depresión a la manía


Despierto al medio día al recibir mensajes de algunos amigos. Me doy cuenta que no tengo motivo alguno para levantarme; no trabajo hoy, ni mañana, entonces ¿para qué despertar? Me llaman, contesto en automático y ni siquiera recuerdo lo que dije; colgamos y me doy la vuelta y sigo durmiendo, era mí padre queriendo saber cómo estoy. Es más que obvio que no estoy bien, no tengo ganas ni de respirar, abrir los ojos me cuesta tanto sólo déjenme dormir.

Me logro levantar casi a las 4 de la tarde, con todo el esfuerzo que existe en mí, me baño y me dispongo a salir por comida y algunos pendientes. Camino por las peligrosas calles de la ciudad y sólo logro escuchar mí iPod y un poco del tráfico. Nada, en verdad nada tiene sentido; todo es tan aburrido y me causa apatía. Regreso a mí casa y lo único que me viene a la mente es desaparecer y no volver nunca, llegan ideas de cómo hacerlo más fácil y ninguna me convence, para mí fortuna.

A veces sólo quisiera dejar de existir así nada más, sin tener que realizar alguna estupidez; simplemente quiero dejar de sentir, pensar y respirar. Todo lo que me rodea me abruma y me resulta innecesario; tirarme en el mueble y ver televisión suele ser la mejor opción, consumirme en vida. Llega el punto donde sinceramente no sé si sigo viva aún pues todo parece un sueño del que me urge despertar.



Más tarde, sin darme cuenta el hambre vuelve, la tele es divertida y me siento más tranquila. Pero no lo noto al instante sólo sigo “normal” y tratando de sobrevivir. Sigo mensajeándome con mis amistades y de repente recibo una llamada de un amigo y me dice “andas muy alegre” y bueno son la 1 de la madrugada y es entonces que entiendo que sí, ando muy alegre; y él y yo sabemos la razón sólo es un cambio de episodio, estaba tan deprimida deseando la muerte y ahora ando maníaca y con ganas de hacer de todo.

Así de raro es el trastorno bipolar. No es como cuando de repente lloras y luego ríes, es mucho más complejo; nadie lo entendería y quizá ofenda a alguien pero ningún psiquiatra sabe lo que es realmente este triste trastorno, bueno al menos que también padezcan.

Cabe mencionar que las manías también pueden ser hipomanías que son las más frecuentes y comunes. Técnicamente iguales pero con menor intensidad y por consecuente menos peligrosas.

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martes, 23 de abril de 2013

Soledad extrema


Esto de querer ser independiente está siempre de moda en adolescentes y adultos jóvenes; pero ¿en realidad eso deseamos? Sí y no; desgraciadamente muchos lo deseamos, salir de casa, dejar a nuestros seres más cercanos para poder tener libertad total de nuestro actos y decisiones; algo me ha enseñado ahora que estoy sola en una ciudad lo suficientemente lejos de mi hogar, no me gusta estar así de sola. Porque no hay con quien convivir, platicar, comer, ver tele, pelear, o simplemente alguien que esté a tu lado haciéndote compañía.

Yo deseaba con toda el alma salir de mi casa y vivir “independientemente” pero luego me di cuenta de que para mí no es tan divertido, suelo recaer más que cuando tengo a mi familia y en ocasiones me da miedo porque suelo intentar terminar con esto de una forma muy radical lo que no es nada correcto.

Lo complicado es la impotencia que tengo cuando se presentan situaciones donde se originan discusiones a distancia y bueno, no me queda más que morderme los labios y llorar. Porque no tengo el poder de salir corriendo y arreglar todo con un abrazo. Lo único que quisiera es tener cerca a esa persona especial y de momento no es posible. No tengo otra opción más que intentar ser fuerte y seguir mi camino tal cual.

La gente que supuestamente es normal, opta por salir a divertirse, conocer mucha gente, socializar y sobrellevar todo esto más fácil; pero si me encuentro en una ciudad peligrosa, no me gusta salir mucho, me es casi imposible socializar… ¿Qué me queda? Pues no mucho la verdad, debo enfocarme en mí y sólo en mí; pasar los días sólo trabajando, llegar a casa, cocinar, limpiar y bueno quizá salir a comprar alimentos a caminar por las calles mientras no sea una hora inapropiada de lo contrario me arriesgaría mucho. Todo esto es tedioso al estar sola, no es como cuando me aburro en mi casa y hablo con alguna amistad, salimos aunque sea a dar la vuelta; eso no existe aquí y menos para mí.

Lo malo es que suelo caer en la rutina y para mí las rutinas son mortales, literalmente. Una vez que ya nada tiene sentido todo se torna aburrido y tedioso; es cuando comienzo con ideas destructivas y nada buenas.

Pero hay formas de intentar sobrellevar esto; como por ejemplo:
  1. Trabajar: El trabajo nos mantiene ocupados y en la mayoría de los casos no deja cansados así ya no pensamos en algo que pueda hacernos daño.
  2. Salir de paseo: Pasear despeja la mente, si puedes conseguir compañía segura mejor; porque hacerlo sólo es bueno pero acompañado mucho mejor.
  3. Ver televisión: La televisión a veces es estúpida o al menos los programas pero ayudan a distraer la mente y mantenernos bien.
  4. Cocinar e idear comidas para el resto de la semana: Eso es muy útil porque nos mantenemos ocupados y alimentados.
  5. Buscar un pasatiempo: En una ciudad lejana y trabajando quizá resulte complicado, a mí me sirve mucho leer; la imaginación vuela y agilizamos nuestra mente. Busca algo que te ayude a distraerte, quizá un juego de video, juego de mesa, etcétera.
  6. Escuchar música: Me gusta mucho escuchar música, así que esta última vez le pedí un reproductor de música a mi hermana para poder escuchar a todo volumen mi música preferida y me hace sentir cómoda.
  7. Limpieza: Bueno en este caso es limpieza del hogar, mantener ordenado y limpio nos hará sentir bien, porque si vivimos en el desorden nuestra mente estará igual.
  8. Mantener tu hábitat agradable: Siempre hay que tener nuestra casa con buena ventilación, buena iluminación y un ambiente lleno de armonía.
Bueno, creo que son los consejos que puedo dar para aquellos que estén lejos de su hogar y se sientan tan solos como yo.

Por ahora es todo, ojalá no se sientan tan mal como yo. Y a continuar que la vida sigue y sigue.

Aquí System of a Down cantándonos sobre la soledad:


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