Blog personal donde doy mí punto de vista sobre el Trastorno Bipolar, Trastorno Depresivo y Trastorno Límite; aprendamos a lidiar con ellos. Un paso a la vez, nunca es tarde para ser felices.
Esto es muy similar a mi frustración con el amor. Pero ahora
me enfoco en el amor de pareja porque todos pasamos por algo así, quizá menos
intenso o quizá más. Yo por más tiempo que pasa no logro entender ni
entenderme. El amor me resulta hermoso y repugnante a veces.
Intento sobrellevar una relación bastante complicada y claro
ha sido así por causa mía en su mayor parte. Pero bueno, yo no puedo lidiar con
tanta perfección y dulzura; para mí es necesario un poco de discusión, debate y
hasta enojo. Es que simplemente sin eso no tiene sentido una relación, el problema
es que no me controlo y cuando tenía sólo que ser una pequeña discrepancia
termina siendo una bomba nuclear de la que no se puede escapar. Alguna vez me
describí como un monstruo y bueno cuando estoy molesta, irritada o fastidiada
lo soy no hay poder humano que logre tranquilizarme o ponerme feliz.
A veces sin darme cuenta me encuentro en un estado bastante
malo, donde no quiero ni que por error me miren o me toquen pero vuelvo a lo
mismo de siempre, qué culpa tienen los demás; ninguna obviamente. Por más
medicamento que me den sólo no puedo lidiar con estos cambios de humor o de
amor. Es tan cruel ese momento donde ya no logro sentir ni un poco de amor
hacia alguien, es que todo lo que dice o hace me parece equivocado porque es
obvio que siempre tengo la razón y los demás están equivocados.
Amar a alguien implica aceptarlo tal cual es y quizá de vez
en cuando corregirle algún error. Pero en un caso como el mío amar es
simplemente momentáneo porque en un dos por tres ya no soy ni pienso igual, lo
que me parecía perfecto ya no lo es y si dije algo simplemente ya no pienso
igual. Para la desgracia del que esté enamorado de mí esto sucede muy seguido;
tengo la habilidad de lograr humillarlo en menos de tres segundos haya o no
gente. Puedo armar dramas tan grandes e inventar o idear formas de continuar
una discusión que termina siendo sólo mía porque para mi fortuna esa persona
prefiere quedarse callada hasta que regrese esa Consuelo de la cual se enamoró.
Mi intención jamás es herir a nadie pero probablemente
cuando ando de malas si lo es. Sólo quisiera poder amar y ser amada; vivir
feliz y lograr cumplir mis sueños juntos al hombre que yo elegí amar. ¿Acaso no
será posible? Quién sabe, ojalá pronto encuentre la respuesta y logre ser feliz
junto a alguien que me ame tanto como yo a él.
Les dejo una canción que habla sobre el odio - amor:
Cuando escuchamos "paciente psiquiátrico" siempre imaginamos a una persona desorientada, despeinada y de mal aspecto pero no es así como lucimos todos. Jamás lograrías identificar un padecimiento sólo de vista al menos que conozcas mucho del tema.
Existimos pacientes quienes aparentamos ser tan normales que pasamos desapercibidos. Y es como debe de ser, nadie debe notar y menos saber lo que realmente somos porque algunas empresas al saber que tenemos algún trastorno no nos contratarían, considerándonos NO aptos para desempeñar alguna labor, lo que me parece absurdo ya que con el tratamiento adecuado somos casi tan normales como cualquiera.
Es obvio que debemos confiarle nuestro padecimiento a alguien pero debe ser de mucha confianza como para no juzgarte y menos que se lo haga saber al mundo por ti. Es complicado; a veces confiamos mucho en cierta persona y sin darnos cuenta se burla y nos deja mal ante la sociedad.
En lo personal suelo decirle a pocas personas y desgraciadamente llegue a hacerlo a una que otra equivocada. Es triste que nos juzguen mal, nadie es perfecto como para discriminar a gente como yo y muchas otras que existen con trastornos similares.
Yo decidí decirlo abiertamente en este Blog pero nadie que me conozca tiene acceso a él y si llega a suceder será bueno para que entiendan lo complicado que es ser un "psiquiátrico".
Despierto al medio día al recibir mensajes de
algunos amigos. Me doy cuenta que no tengo motivo alguno para levantarme;
no trabajo hoy, ni mañana, entonces ¿para qué despertar? Me llaman, contesto en
automático y ni siquiera recuerdo lo que dije; colgamos y me doy la vuelta y
sigo durmiendo, era mí padre queriendo saber cómo estoy. Es más que obvio que
no estoy bien, no tengo ganas ni de respirar, abrir los ojos me cuesta tanto
sólo déjenme dormir.
Me logro levantar casi a las 4 de la tarde, con todo el
esfuerzo que existe en mí, me baño y me dispongo a salir por comida y algunos
pendientes. Camino por las peligrosas calles de la ciudad y sólo logro escuchar mí iPod y un poco del tráfico. Nada, en verdad nada tiene sentido; todo es tan
aburrido y me causa apatía. Regreso a mí casa y lo único que me viene a la
mente es desaparecer y no volver nunca, llegan ideas de cómo hacerlo más fácil
y ninguna me convence, para mí fortuna.
A veces sólo quisiera dejar de existir así nada más, sin
tener que realizar alguna estupidez; simplemente quiero dejar de sentir, pensar
y respirar. Todo lo que me rodea me abruma y me resulta innecesario; tirarme en
el mueble y ver televisión suele ser la mejor opción, consumirme en vida. Llega
el punto donde sinceramente no sé si sigo viva aún pues todo parece un sueño
del que me urge despertar.
Más tarde, sin darme cuenta el hambre vuelve, la tele es divertida y me siento más tranquila. Pero no lo noto al instante sólo sigo
“normal” y tratando de sobrevivir. Sigo mensajeándome con mis amistades y de
repente recibo una llamada de un amigo y me dice “andas muy alegre” y bueno son
la 1 de la madrugada y es entonces que entiendo que sí, ando muy alegre; y él y
yo sabemos la razón sólo es un cambio de episodio, estaba tan deprimida
deseando la muerte y ahora ando maníaca y con ganas de hacer de todo.
Así de raro es el trastorno bipolar. No es como cuando de
repente lloras y luego ríes, es mucho más complejo; nadie lo entendería y quizá
ofenda a alguien pero ningún psiquiatra sabe lo que es realmente este triste
trastorno, bueno al menos que también padezcan.
Cabe mencionar que las manías también pueden ser hipomanías que son las más frecuentes y comunes. Técnicamente iguales pero con menor intensidad y por consecuente menos peligrosas.
Hoy decidí hablar de este tema que resulta bastante fuerte
más que nada porque todos tenemos miedo a que nos sean infieles pero… ¿Tenemos
miedo a serle infiel a nuestra pareja?
Para muchos podría parecer que no resulta tan complicado ser
infiel, pero pues existen personas que sí temen ser infieles. En mi corta vida
he experimentado este tema muy explícitamente en ambos sentidos. En algún momento
fui una mujer infiel y también tuve parejas infieles.
Es muy bonito elegir
pareja y decidir estar sólo con esa persona pero llega un momento que no
sabemos lo que realmente queremos y buscamos algo nuevo o distinto. También se
da la infidelidad por venganza, ya que nuestra pareja nos fue infiel primero.
Pero ¿Qué hay de distinto con el coqueteo? Bueno, en lo
personal considero que es un tipo de infidelidad pero muy leve; sólo
intercambias miradas, sonrisas y en casos más graves das o recibes halagos e insinúan
el deseo sexual que es evidente.
Y aún no logro entender pero he leído que coquetear es un
comportamiento natural y normal en el ser humano exista o no una relación
sexual posterior a esto. Es como una infidelidad reprimida la que no resulta
tan mala puesto que simplemente queda en un “inocente” coqueteo. No sé si la
pareja resulta tan rutinaria o simple que al ver a otra persona más atractiva
aparezca la necesidad de hacerle saber que la deseas pero que no pasa de ahí.
¿Qué pasa si el coqueteo lleva a algo más profundo y carnal?
Siempre existirá alguien que se nos haga muy atractivo y en la mayoría de los
casos no pasa de eso pero cuando existe atracción mutua, todo es completamente
diferente, se vuelve en una obsesión y llega a una relación carnal que si
tenemos suerte no pasará de eso. En otros casos se da que se vuelve una
relación clandestina la que nadie debe saber y comenzamos a sentirnos culpables
pero no lo suficiente para detenerla.
Hay situaciones donde sólo te atrae físicamente alguien y
quizá pienses demasiado en esa persona pero no tienes la menor idea si la
atracción es mutua; en este caso se vuelve también una loca obsesión pero
probablemente nunca te atrevas a saber si es recíproco este sentir.
En lo personal considero que si estoy realmente enamorada no
es necesario voltear a ver a otros porque mi pareja es suficiente para mí y
cumple con todas mis expectativas. Sí, alguna vez fui infiel pero fue una situación
algo complicada, no estaba realmente enamorada y aquella vez aún quería a esa
persona. No me quedo con toda la culpa, tuve parejas infieles y sufrí mucho por
ello pero ya es pasado.
Y bueno, también
quisiera hablar de la promiscuidad pero será más adelante. Agregué la infidelidad en mi blog porque un Bipolar en
episodio maníaco puede ser infiel y claro, por consecuente promiscuo.
Sinceramente si no estás seguro de tu pareja y quieres “probar”
otras, lo ideal es dejar esa relación y así libremente podrás experimentar con
distintas parejas; claro, sin olvidar que existen métodos de barrera para
protegernos de infinidad de enfermedades de transmisión sexual.
Infidelidad o no, yo amo está canción de Germán Montero:
Esto de querer ser independiente está siempre de moda en
adolescentes y adultos jóvenes; pero ¿en realidad eso deseamos? Sí y no;
desgraciadamente muchos lo deseamos, salir de casa, dejar a nuestros seres más
cercanos para poder tener libertad total de nuestro actos y decisiones; algo me
ha enseñado ahora que estoy sola en una ciudad lo suficientemente lejos de mi
hogar, no me gusta estar así de sola. Porque no hay con quien convivir,
platicar, comer, ver tele, pelear, o simplemente alguien que esté a tu lado
haciéndote compañía.
Yo deseaba con toda el alma salir de mi casa y vivir
“independientemente” pero luego me di cuenta de que para mí no es tan
divertido, suelo recaer más que cuando tengo a mi familia y en ocasiones me da
miedo porque suelo intentar terminar con esto de una forma muy radical lo que
no es nada correcto.
Lo complicado es la impotencia que tengo cuando se presentan
situaciones donde se originan discusiones a distancia y bueno, no me queda más
que morderme los labios y llorar. Porque no tengo el poder de salir corriendo y
arreglar todo con un abrazo. Lo único que quisiera es tener cerca a esa persona
especial y de momento no es posible. No tengo otra opción más que intentar ser
fuerte y seguir mi camino tal cual.
La gente que supuestamente es normal, opta por salir a
divertirse, conocer mucha gente, socializar y sobrellevar todo esto más fácil;
pero si me encuentro en una ciudad peligrosa, no me gusta salir mucho, me es
casi imposible socializar… ¿Qué me queda? Pues no mucho la verdad, debo enfocarme
en mí y sólo en mí; pasar los días sólo trabajando, llegar a casa, cocinar,
limpiar y bueno quizá salir a comprar alimentos a caminar por las calles
mientras no sea una hora inapropiada de lo contrario me arriesgaría mucho. Todo
esto es tedioso al estar sola, no es como cuando me aburro en mi casa y hablo
con alguna amistad, salimos aunque sea a dar la vuelta; eso no existe aquí y
menos para mí.
Lo malo es que suelo caer en la rutina y para mí las rutinas
son mortales, literalmente. Una vez que ya nada tiene sentido todo se torna
aburrido y tedioso; es cuando comienzo con ideas destructivas y nada buenas.
Pero hay formas de intentar sobrellevar esto; como por ejemplo:
Trabajar: El trabajo nos mantiene
ocupados y en la mayoría de los casos no deja cansados así ya no pensamos en
algo que pueda hacernos daño.
Salir de paseo: Pasear despeja la
mente, si puedes conseguir compañía segura mejor; porque hacerlo sólo es bueno
pero acompañado mucho mejor.
Ver televisión: La televisión a
veces es estúpida o al menos los programas pero ayudan a distraer la mente y
mantenernos bien.
Cocinar e idear comidas para el
resto de la semana: Eso es muy útil porque nos mantenemos ocupados y
alimentados.
Buscar un pasatiempo: En una ciudad
lejana y trabajando quizá resulte complicado, a mí me sirve mucho leer; la
imaginación vuela y agilizamos nuestra mente. Busca algo que te ayude a
distraerte, quizá un juego de video, juego de mesa, etcétera.
Escuchar música: Me gusta mucho
escuchar música, así que esta última vez le pedí un reproductor de música a mi
hermana para poder escuchar a todo volumen mi música preferida y me hace sentir
cómoda.
Limpieza: Bueno en este caso es
limpieza del hogar, mantener ordenado y limpio nos hará sentir bien, porque si
vivimos en el desorden nuestra mente estará igual.
Mantener tu hábitat agradable: Siempre hay que tener nuestra casa con buena ventilación, buena iluminación y
un ambiente lleno de armonía.
Bueno, creo que son los consejos que puedo dar para aquellos
que estén lejos de su hogar y se sientan tan solos como yo.
Por ahora es todo, ojalá no se sientan tan mal como yo. Y a continuar que la vida sigue y sigue.
Aquí System of a Down cantándonos sobre la soledad: